martes, octubre 19, 2010

hacia ningún punto

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Casi siempre los días llevan un punto de dirección, de ocaso y norte. Un punto seguido, constante y perenne hasta formar ese paredón al que llamamos rutina. La línea sigue y seguimos detrás de ella. (…)

Pero debe existir un punto medio, corto, pausado… donde la ranura se haga circular, se desdoble y tome un rumbo dispar. Conviene su entalle pero con docilidad sin que haya ruptura. Esos días fragantes hacia ningún punto son los que modifican nuestra existencia, le dan perpetuidad, oxigenación, brillo, calma y naturalidad.

Dejar que el trazo tenga su ocio, su vuelo imaginario hacia la nada. El reposo de una guarida, en un cuarto, el mismo u otro. Rescatarse del tiempo, alargar la siesta o respirar la madrugada. Aventurarse por un minuto a la disidencia, por un día, un mes o un año. Que imaginarse sea la prueba anterior porque sigue. Peinarse distinto, tan adentro que pensemos diferente.

Desenfocarnos sin presentimientos. Buscar el mar, caminar descalzo, dejar que la sal predomine los espacios diminutos. Probar la luz, la lluvia, la noche y las contrariedades.

Soltar el miedo, los.

Desgajar la idea.                    permitirse negar una mayúscula

porque hay de más                                                   rutinas minúsculas en el mundo                     y sin punto

Creer y estirar las piernas al amor, volver a cruzarlas y seguir caminando. Detenerse cuando el paso no dé y esperar con probidad. Masticar las palabras como esa que cito antes del punto y que a veces no entiendo si el mundo la entiende.

El doblez se necesita para regresar. Regresamos con la línea y los tres puntos que siguen a esta historia.

 

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8 comentarios:

Luissiana Naranjo dijo...

Claro, gracias por la invitación!!
saludos

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

Los días llevan una dirección, dices...
No sé,
no sé si voy en esa misma dirección, cómo saberlo si mi ánimo estalla en sí mismo en estos momentos.
Saludos, amiga del alma.

Luissiana Naranjo dijo...

casi siempre, por eso hay que deblogarla para cambiar su rumbo, de vez en cuando!!!

abrazote

Justo Poe, seudónimo del poeta Frank Ruffino dijo...

Estimada Lussiana: Refiriéndome a tu comentario fechado el 23 de setiembre. Disculpa hasta ahora vine de un viaje y no había cibercafés por donde andaba.

Por supuesto que es así como tú comentas. Pero también hubo muchos que ganaron premios y son reconocidos por lo escrito. Una cosa no riñe con la otra. Pero te doy la razón 100%.

Un besazo guapa, guapa!

Justo Poe.

Luissiana Naranjo dijo...

Los premios son premios, nadie pesa por ellos. Es un tema muy discutible. Algunos -minoría-, los han logrado por su calidad y casi siempre fuera de su terruño! No es mi tema, pero en estos telares de tiquicia las aguas se mueven pantanosas, por ello, saco la lengua, por la incredubilidad de la mayoría (especialmente de los jurados).

Marialuisa Giovannini dijo...

Hacia ningún punto : me parece mi dia en Veneza , extendida en una banca de piedra caliente al fin del dia , a la orilla del mar .
....le dan ..brillo, calma y naturalidad...
Gracias por dar palabras a estas nuestras sensaciones.
un abrazo grande !

Rossi dijo...

Estimada Luissiana: de verdad que se puso la cosa corronga y amena en los comentarios del último post de Frank. Pero a ti te salva.

Besos,
Rossi.

Luissiana Naranjo dijo...

Gracias María Luisa, tu paleta siempre tiene colores para pintarse de intensidad!!

Rossi, gracias por pasar aunque siempre sea solo un vínculo hacia Frank y no comentes sobre este espacio!

abrazos poéticos