Para los días...
Todo tiene su sentido. La tarjeta a mano, un beso que revienta y uvas y manzanas sobre la mesa...
Nunca tuve navidades hasta que nació mi hija. Las creencias marcaron mi infancia sin arbolito ni más luz que la imaginación. Ya no importa los orígenes ni la búsqueda de una verdad religiosa. Este mes es más que días de religiosidad. Son días de espiritualidad.
Es poder distinguir que nuestro amor es capaz de compartir, de hacer magia un mes al año para darnos tiempo con otros que amamos y valoramos. No culmina hoy. El 24 es una metáfora de lo que vale un momento junto a otros y de lo que el resto del año puede ser si medimos bien el reloj. Como dije, mi hija vino a dar vida a la tradición. Por ella volví a creer en San Nicolás. Ambas compramos juntas los regalos que Santa se lleva para poner luego debajo del árbol. Sabe que mamá se esfuerza por comprarlos para que valore el sentido del tener y también, juntas hacemos detalles para otros, galletas o una tarjeta decorativa.
Entre familia esperamos comer bien porque la mesa es la testigo ocular de cómo disfrutamos esos momentos. No es un asunto de consumo sino de consumación del afecto y de la alegría de tenernos, de ser cada uno parte del otro.
También es una época para recordar a quienes ya no están con nosotros. Y las lágrimas se valen porque también compartimos eso.
Viene el 31. Más reflexión. Fin e inicio. Historias que me recuentan cada mes del año. Historias que viviré a partir de otro año. Es un hacer y rehacer. Es otra posibilidad para recontruirnos, para inventarnos.
Todo tiene su sentido si vale para creerlo. Es un mes para no racionalizar las teórias o los orígenes técnicos, si tiene validez para celebrarlo. Cada familia tendrá su propia comunión particular. Solo juzgo los excesos cuando la celebración se vuelve un compromiso consumista pero a partir del resto, es un momento oportuno para valorar lo que tenemos, para disfrutar en compartirlo...
Todo mi afecto y cariño para los que me rodearon este año y compartieron conmigo sus opiniones. Vendrán nuevas metas y ansiedades. Un abrazo para todos!!!
Nunca tuve navidades hasta que nació mi hija. Las creencias marcaron mi infancia sin arbolito ni más luz que la imaginación. Ya no importa los orígenes ni la búsqueda de una verdad religiosa. Este mes es más que días de religiosidad. Son días de espiritualidad.
Es poder distinguir que nuestro amor es capaz de compartir, de hacer magia un mes al año para darnos tiempo con otros que amamos y valoramos. No culmina hoy. El 24 es una metáfora de lo que vale un momento junto a otros y de lo que el resto del año puede ser si medimos bien el reloj. Como dije, mi hija vino a dar vida a la tradición. Por ella volví a creer en San Nicolás. Ambas compramos juntas los regalos que Santa se lleva para poner luego debajo del árbol. Sabe que mamá se esfuerza por comprarlos para que valore el sentido del tener y también, juntas hacemos detalles para otros, galletas o una tarjeta decorativa.
Entre familia esperamos comer bien porque la mesa es la testigo ocular de cómo disfrutamos esos momentos. No es un asunto de consumo sino de consumación del afecto y de la alegría de tenernos, de ser cada uno parte del otro.
También es una época para recordar a quienes ya no están con nosotros. Y las lágrimas se valen porque también compartimos eso.
Viene el 31. Más reflexión. Fin e inicio. Historias que me recuentan cada mes del año. Historias que viviré a partir de otro año. Es un hacer y rehacer. Es otra posibilidad para recontruirnos, para inventarnos.
Todo tiene su sentido si vale para creerlo. Es un mes para no racionalizar las teórias o los orígenes técnicos, si tiene validez para celebrarlo. Cada familia tendrá su propia comunión particular. Solo juzgo los excesos cuando la celebración se vuelve un compromiso consumista pero a partir del resto, es un momento oportuno para valorar lo que tenemos, para disfrutar en compartirlo...
Todo mi afecto y cariño para los que me rodearon este año y compartieron conmigo sus opiniones. Vendrán nuevas metas y ansiedades. Un abrazo para todos!!!
Comentarios
JCO
Gracias por compartir
Saludos
Saludos a deshora.