Dedicado a la espesura humana y el dolor del pueblo Haitiano
No es un asunto de golpear la puerta y mirar por el reojo con prejuicio pero si existes, míranos si acaso -tan solo un poco- tal vez puedas apuntillar este dolor que me da algunas veces la respiración. Inhalo batallas perdidas en tu nombre.
Ahora mismo, alguien muere de hambre y mi palabra de nada sirve. La bandera de los egos se dilatan y seguimos como si nada pasara.
Cruzar la calle tiene su destino inmediato. Seguir caminando. Besar porque no hay otra oportunidad más que besar. Decirle al cuerpo que el orgasmo te hace ganar la guerra, que los hijos beben zumo de limón de un árbol cansado, y que todos crecemos para morir.
Me dejas grafitos en las calles, la piel me dice tu lengua de reptil en los tatuajes. Algo que se escribe debe servir para algo. Siguen los garabatos estropeando el universo. La tierra me responde con la ingratitud de mi maltrato.
A quién ofendo si vuelvo a golpear la puerta?
Comentarios
Transmite el dolor que gime desde lo más profundo de los corazones,
el dolor que todos los días se sufre y aquellas caras que nos conmueven,
pero a su vez nos sentimos con tanta impotencia pues una oración a esos pueblos ,
es todo lo que haremos por ellos esperemos que una oración no sea acercarse por la ventana a lo lejos.