lunes, junio 21, 2010

ALMOHADAS









ALMOHADA DE BUDAPEST

Es la anécdota del minuto.
Mi pereza y la computadora.
La lluvia se entremezcla con los olores de mi té de canela.
Hay suavidad en el dorso de mi espalda.
Es por la almohada color sol que me trajo mi madre de Budapest.
Afuera, los damnificados escurren sus cojines color barro y la tormenta se disipa en sus jarras de ajenjo.
Desaparecen cuerpos por el momento inoportuno donde la muerte nada tiene que hacer.
Y hoy por casualidad tampoco tengo nada que hacer. No es como ese día de todos los días donde muerdo la rabia de respirar.

Suena un trueno de repente, y sigo alarmando mi desazón de estar reposando sobre la almohada color sol que me trajo mi madre de Budapest.
Es el cuento de los desposeídos. Se abren los refugios y una de mis congojas es que debo recalentar mi té de canela. Desenchufo la idea de que si hubiese nacido de otro padre, quizás estuviese viviendo a la par de un río y mirando a lo lejos la huída de todos mis ensueños.
Al fin deja de llover y mi taza de té ya está vacía.


ALMOHADA DE PLUMA

Me dicen mujer de arrebatos, de gubia profunda y de arándano en miel.
Lo soy. Me gusta besar a escondidas. Tocar la sien de mi deseo.
Que me llamen amante de relámpagos y espaldas.
La apolítica que discute en la palestra los discursos del sol imaginario.
La idealista que no teme ser la arena contradictoria ante el oleaje del racionalismo.
La usurpadora proletaria que duda a veces, si lo de César es del César, o si me deben lo que doy.

Me dicen mujer de insolencias, de roble pionera y de almohadas de pluma.
Lo soy. Me gusta la parodia del abrazo. Buscar humaredas que saben a dónde llegar porque ni yo misma me encuentro.
La que se persigue lejos, tan adentro del caracol que sigue jugando en sus cavidades.
La que se posa adormitada en la piedra, en un país que nunca atina y en ese juego ocioso de mirar por la ventana.
La que busca el silencio frente a una pecera sucia.
La que nada sus mentiras en medio de burbujas que duelen.
La indolente sin respuestas pero adiestrada a su antojo.

12 comentarios:

FRANK RUFFINO dijo...

Poetisa amiga:

Con sendas almohadas tan caras me echaría un sueño profundo de 100 años o más...hasta el regreso de una príncesa como nunca vio el mundo en belleza y ternura...

20 textos similares a estos y ganas cualquier premio si el jurado es justo e imparcial, o por lo menos, no mafioso. Sin embargo, sabiendo como son las cosas, un libro de poetizar así rápidamente te pondría en lo más selecto de la poesía nacional.

Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

Frank.

FRANK RUFFINO dijo...

...Ya eres selecta.

Justo Poe, seudónimo del poeta Frank Ruffino dijo...

Una voz poética singular dentro de las letras ticas, en cuenta el caballero. Abrazos.

Luissiana Naranjo dijo...

Gracias Frank, exageras, de veras, pero se te agradece.

Y gracias Poe, también por tus palabras!!

Anónimo dijo...

Una lástima: no podré opinar más... Por alguna razón Google me cerró el blog "Justicia Poética". Abrazos. Justo Poe.

Marialuisa Giovannini dijo...

Siempre muy linda tu poesia !
um abrazo despues de la lluva

Casandra, hija de Príamo dijo...

Sin conocerla
le dejé este mensaje a Luissiana en el blog de will

Mujer de los bosques de Liz, estés donde estés no dejes de escribir.

Luissiana Naranjo dijo...

Gracias MariaLuisa, igual son tus pinturas, frescas y coloridas! abrazos

Casandra, los bosques de Lussy son ahora en Monteverde, sitio de bruma y sonidos cantorales de aves y ciertamnete creo que serà un lugar delicioso para escribir... gracias por tu comentario e invitadx estàs aunque no sè quién eres...

Justo Poe, seudónimo del poeta Frank Ruffino dijo...

Te invito a la nueva entrada de mi blog. Abrazos.

MaLena Ezcurra dijo...

Te dicen mujer de palabras mágicas, simplificando una bruja de aquellas.


Me reclino ante tu poética.
Mil abrazos van girando.


MaLena.

FRANK RUFFINO dijo...

Amiga: qué te has hecho, dónde caminas, dónde, dónde respiras,
en que lugar te asientas hermosa,
del aire tuyo tengo celos,
de tus sábanas,
de tantas cosas taladradas por tu mirada, del suelo recibiendo delicados pies de ninfa...

Dónde, dónde amiga asientas tu vivir,
que noticias tuyas no tengo
desde hace treinta días,
y no sé si has subido de nuevo
a tu monte verde, donde podría
tal vez un campesino robarte
el alma que creía mía...

***

Jajaja! No te asustes con este poema espontáneo al querer dejar un comentario que no me salió. No se me da bien lo romántico en poesía, pero bueno, incontrolable es mi alma.

Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

Frank.

Luissiana Naranjo dijo...

Saludos MaLena, como siempre hacen memoria y rastro tus palabras! Gracias..

Frank, reajustándome en Monteverde con diversas reacciones de adaptación y causales de mi ausencia.

Primero, mis glándulas me tuvieron a punto de reventar burbujas y brumas. La computadora por los raros voltajes dio su muerte total. Algunas pestes pequeñas que persisten en vivir conmigo y mi auto agujereado el radiador y de vuelta a la ciudad hasta que también se adapte,jejeje pero en fin, contenta con el proceso de cambio y viviendo la poesía de otra forma. Gracias, bello por tu poema. Un día de estos estuve en Cañitas a 25 km de Tilarán. Saludos