Ensueño
La miro con su pijama de lunares celestes.
Todavía crece selvas en su cabello.
La cobija se confunde con el tigre que la abraza
porque ella ruge
libre y extensiva.
Mi dedo aún como Mar Rojo,
abre toda su manita.
Está caliente, ella me da la tibieza que no tengo.
Me recuesto con la dirección de solo mirarla respirar
y sentir su exhalación de mariposa en la quietud.
Pasa el tiempo, lo sé,
pero tarde o temprano
cuando mi hija crezca,
me hará despertar de su propio ensueño.
Comentarios
Gracias poeta del alma por la emoción.
M
Ahora que estoy como loco con mi pequeño hijo Octavio que cumple dos años el 6 de febrero, tus versos me llegan de manera especial (en gráficas de mi blog tengo una foto con él. Si la buscas tienes que irte abajo abajo en "Escenas de la familia de Frank Ruffino en Amércia").
Te felicito por tu bello texto.
Abrazos,
Frank.
Descansei nas sua palavras...
Bjsss
Frank, me alegra que como padre disfrutes esa parte mágica de los hijos, cuestan pero son regalos de la existencia!