presiento
que el plato seguirá vacío
que el cielo estará oscuro
y los minutos se irán con vos…
que mi claustro tiene nombre
llavín de los antojos
imposibles de cerrar
lavo los trastos
y duermo a mi hija con la única ternura que no duele
mi cama desde hace años
marca un solo trazo
sigue el mundo en la calle
de dos en dos
y yo sigo… para envejecer,
pedazo de chocolate que se derrite
con la memoria del mordisco
que ya no es
llueve para las orquídeas
y mi desolación
nada complementa esta soledad de baratillo
ni el golpe del primero
ni la vagancia del segundo
ni los que me llevan treinta años
o yo, diez...
cuerpo que cede y no cede
besos que le desea al aire
y el verbo que la acompaña
leo el periódico por tercera vez
para no inventarte
todo parece distinto
para ser peor
se secaron las rosas que un "alguien" me dio
me gusta verlas marchitas
como vos
como aquel
como yo
como la mentira de no decir
que espero a que vuelvas
aunque nunca hayas venido
a veces me siento tan clásica,
la “yesterday” de los Beatles,
la única solitaria de un llanero sin antifaz,
la lombriz que se revuelve a sí misma de lujuria
entre los charcos
la que tiene de todo
menos el otro lado revuelto de su cama
2 comentarios:
De verdad que si, me estaba faltando poesía.
:)
gracias por pasar... tu blog tiene una poesía visual exquisita.
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