Sin pertenencia
No me pertenece la gravitación de una manzana
llena de mordiscos
con su peso de otra boca y otro azar que no sea el litigio
de mi cuerpo.
No me perteneces.
No me dejas el dominio de una sobra diminuta,
ni el clavo que se oxida debajo de mi lengua.
Ya no te repitas el miedo al escondrijo
de trasgredir en mis almohadas…
tu palabra contra mi vientre
por decir
por adulterar
por acabar para siempre esta ficción que sigue con su sed.
Huyamos al intervalo donde sí me pertenezcas
en el segundo que no seguirá
y nos conforme.
Será eso o nunca ver debajo de nosotros
la sepultura de no vivirlo y enterrarnos.
Comentarios
Desde Argentina, saludos!
Saludos.
y ciertamente he estado literalmente por los bellos charcos mendocinos de tu tierra, me alegra que la poesía salte hasta el sur.
Que la piel nos siga delatando!!
Felicidades, hermana.